
Adriana Zehbrauskas
Contadora de historias
En la sangre lleva el periodismo y por su ADN corre la sagacidad y la experticia con la que dispara su cámara para capturar el momento exacto. Recientemente viajó a Recife (Brasil) como parte de un trabajo que realizó para el The New York Times, en el que registró los efectos adversos del virus del Zika en niños cuyas madres fueron infectadas en el embarazo.
La fotografía significa todo para ella y si le dieran a escoger nuevamente qué hacer en la vida, la seleccionaría nuevamente. Adriana Zehbrauskas nació en Brasil y desde hace 14 años vive en México, fue una de las primeras fotógrafas que recibió el premio de los “Getty Images Instagram Grant” y también el galardón de Troféu Mulher Impresa en su país.
Lo que caracteriza su trabajo son los temas que decide desarrollar. Un proyecto que propuso para The New York Times, en el cual escribió y fotografió, fue acerca de la casa Xochiquetzal, un albergue en Ciudad de México que le da posada a mujeres que fueron trabajadoras sexuales; así como también el cubrimiento para Unicef de las problemáticas como el bullying en Honduras. Esta periodista de profesión explica que dos de los factores que tiene en cuenta a la hora de abordar un proyecto fotográfico son la estética, la composición y la otra parte es el contenido de la historia que se quiere contar para lograr un buen impacto. “Lo que intentamos hacer con el fotoperiodismo es que la gente tenga una reacción a la imagen y que les diga algo, que se puedan conectar”, explica.
A Zehbrauskas, le preocupa la equidad de género en esta especialidad de la fotografía porque es una asignatura pendiente y es un tema que debe ser discutido. Afirma que entre el 80% y el 95% de las imágenes publicadas son realizadas por hombres blancos y reflexiona sobre si esa es la forma en la que se representa al mundo e insta a los editores a cambiar y a asignar a más mujeres. En este sentido, recuerda que su escuela fue el diario La Folha de San Pablo, en donde algunas veces escribía notas de turismo. Confiesa que lo de ella es retratar, pero encuentra en la redacción otra perspectiva de los hechos y otra relación con el sujeto que está hablando y a la vez fotografiando. Esta fotoperiodista es una contadora de historias.
Toma Final
Imagen: El Güero / Cámara: iPhone 6 PLus / Lente: 4.2mm / ISO: 32 / Apertura: f/2.2 / Obturador: 1/1130 seg
Testimonio: Don Gerardo y su caballo “El Güero”, retratados en Huehuetonoc, en la montaña alta del estado de Guerrero, México. Esa fotografía es parte de la serie “Family Matters”, retratos de familia tomados con un iPhone e impresos en el momento con una impresora inalámbrica. Don Gerardo primero llegó solo y me pidió que lo retratara. Luego regresó con su esposa y después con sus nietos. Mientras esperaba por su impresión, me preguntó si podría regresar con su caballo, “El Güero”, para que les tomara una foto juntos. “Es que él es mi mejor amigo y me gustaría mucho que mi nieto supiera que gran amigo tuve.”Les tomé la foto y, cuando regresé unos dos meses después para regalarle una impresión más grande me comentó que “El Güero” se había muerto algunas semanas después del retrato. “Pero él tiene una hija, “La Rubia”. ¿La puedo traer?”, me preguntó. Y, por supuesto, les tomé la foto. Siempre me han fascinado los retratos de familia y lo mucho que éstos representan y cuentan sobre nuestra identidad. La historia contada a través de los retratos posados es una de cambios a lo largo del tiempo. Las familias se ven distintas en distintas fotografías y así van narrando una historia de cómo y en donde vivimos.
Adriana Zehbrauskas
Especialidades fotográficas: Fotografía documental.
Nacionalidad: Brasileña / Email: adriana@azpix.com.br
Página Web: www.azpix.com.br – Instagram: @adrianazehbrauskas